9 de junio de 2010 — . El dirigente de Primero Justicia y candidato a la AN por el circuito 5 de Caracas, propone al gobierno incentivar la inversión privada y cesar las expropiaciones, confiscaciones y nacionalizaciones.
Rojas cree que el nuevo sistema de compra-venta de divisas anunciado por el BCV va a colapsar en poco tiempo
Caracas, 09 de junio de 2010.- A propósito de la entrada en vigencia del nuevo Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), para la adquisición de divisas regido por el Banco Central de Venezuela, así como de los porcentajes mínimos y máximos de los distintos títulos o papeles de la República, el economista y dirigente de Primero Justicia, Gustavo Rojas Matute, dijo este miércoles que "el problema no es evitar cómo se van los dólares sino ver cómo entran".
Durante unas declaraciones que ofreció a las afueras de la estación La Paz del Metro de Caracas, como parte de la campaña que viene adelantando como candidato suplente a la Asamblea Nacional por el circuito 5 de Caracas (parroquias Antímano, Caricuao, Macarao, El Paraíso y La Vega), Rojas Matute recomendó al gobierno adoptar medidas eficaces para incentivar la inversión privada y generar la confianza necesaria para atraer al capital extranjero y nacional.
"Las políticas erradas que el gobierno viene aplicando sólo alejan la inversión porque no hay confianza. Por eso le pedimos a las autoridades que cesen las expropiaciones, las confiscaciones y las nacionalizaciones", señaló.
A su parecer, el nuevo sistema cambiario no va a solucionar los problemas generados por la alta demanda de divisas. "Creemos que este nuevo mecanismo va a generar mayores retrasos, porque una empresa que antes llamaba a una casa de bolsa para comprar los dólares que necesitaba, ahora tendrá que hacer cola en el BCV para poder obtener las divisas que requiere".
Consultado en torno a cuál será el papel de Cadivi, una vez el BCV asume el control del mercado cambiario, el candidato a la AN respondió que el instituto regulador de la política monetaria del país se convertirá en un segundo Cadivi. "Cadivi seguirá administrando los dólares a 2,60 y a 4,30, mientras que el BCV administrará el otro dólar a un precio más alto".
En la medida en que el BCV no liquide las solicitudes, "se irá corriendo la arruga y el sistema colapsará en poco tiempo".
Rojas Matute advirtió que el nuevo sistema tiene sus limitaciones, pues una persona jurídica (que está atada además a 300 mil dólares mensuales) no podrá hacer solicitudes mayores a ese monto bajo sospecha de especulación. "El BCV dice que en 48 horas liquidará las solicitudes, pero seguramente eso no ocurrirá y se generarán retrasos que, el gobierno, indudablemente achacará a los empresarios e importadores" y que se traducirán, inevitablemente, en más desabastecimiento, escasez e inflación.
Pérdida de tiempo
El economista no dudó en señalar que el gobierno "está perdiendo el tiempo" al adoptar medidas con el propósito de frenar una economía que vive de las importaciones, toda vez que la producción nacional es mínima.
"Medidas como éstas, sólo tratarán de correr la arruga. No van a durar mucho tiempo y creemos que ellas sólo están retrasando la adopción de otras mucho más dolorosas como otra devaluación, a consecuencia de las políticas erradas puestas en práctica".
"El esquema no va a durar mucho tiempo porque no existe confianza y a la larga generará una sobredemanda que lo colapsará", aseveró.
Por ello, Rojas Matute apunta a políticas económicas que incentiven la inversión privada, que respeten las reglas de juego y que generen confianza.
Inflación alta
Asimismo, el dirigente de Primero Justicia se pronunció en torno al Índice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc) de mayo, que cerró en 2,6% (cifra oficial del BCV).
"La inflación de 2,6% no puede verse como un triunfo del gobierno, porque si bien es menor a la cifra de abril, los precios siguen subiendo. La estimación de inflación en Colombia para todo el año es 2,3% y nosotros llevamos una inflación anualizada de 31%", dijo, con proyecciones a terminar 2010 en cerca de 40%.
Finalmente, Rojas Matute pidió a todos los venezolanos a votar el 26 de septiembre para cambiarle el rostro a la Asamblea Nacional y rescatar su función legislativa y contralora en función de la comunidad.
Caracas, 09 de junio de 2010.- A propósito de la entrada en vigencia del nuevo Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), para la adquisición de divisas regido por el Banco Central de Venezuela, así como de los porcentajes mínimos y máximos de los distintos títulos o papeles de la República, el economista y dirigente de Primero Justicia, Gustavo Rojas Matute, dijo este miércoles que "el problema no es evitar cómo se van los dólares sino ver cómo entran".
Durante unas declaraciones que ofreció a las afueras de la estación La Paz del Metro de Caracas, como parte de la campaña que viene adelantando como candidato suplente a la Asamblea Nacional por el circuito 5 de Caracas (parroquias Antímano, Caricuao, Macarao, El Paraíso y La Vega), Rojas Matute recomendó al gobierno adoptar medidas eficaces para incentivar la inversión privada y generar la confianza necesaria para atraer al capital extranjero y nacional.
"Las políticas erradas que el gobierno viene aplicando sólo alejan la inversión porque no hay confianza. Por eso le pedimos a las autoridades que cesen las expropiaciones, las confiscaciones y las nacionalizaciones", señaló.
A su parecer, el nuevo sistema cambiario no va a solucionar los problemas generados por la alta demanda de divisas. "Creemos que este nuevo mecanismo va a generar mayores retrasos, porque una empresa que antes llamaba a una casa de bolsa para comprar los dólares que necesitaba, ahora tendrá que hacer cola en el BCV para poder obtener las divisas que requiere".
Consultado en torno a cuál será el papel de Cadivi, una vez el BCV asume el control del mercado cambiario, el candidato a la AN respondió que el instituto regulador de la política monetaria del país se convertirá en un segundo Cadivi. "Cadivi seguirá administrando los dólares a 2,60 y a 4,30, mientras que el BCV administrará el otro dólar a un precio más alto".
En la medida en que el BCV no liquide las solicitudes, "se irá corriendo la arruga y el sistema colapsará en poco tiempo".
Rojas Matute advirtió que el nuevo sistema tiene sus limitaciones, pues una persona jurídica (que está atada además a 300 mil dólares mensuales) no podrá hacer solicitudes mayores a ese monto bajo sospecha de especulación. "El BCV dice que en 48 horas liquidará las solicitudes, pero seguramente eso no ocurrirá y se generarán retrasos que, el gobierno, indudablemente achacará a los empresarios e importadores" y que se traducirán, inevitablemente, en más desabastecimiento, escasez e inflación.
Pérdida de tiempo
El economista no dudó en señalar que el gobierno "está perdiendo el tiempo" al adoptar medidas con el propósito de frenar una economía que vive de las importaciones, toda vez que la producción nacional es mínima.
"Medidas como éstas, sólo tratarán de correr la arruga. No van a durar mucho tiempo y creemos que ellas sólo están retrasando la adopción de otras mucho más dolorosas como otra devaluación, a consecuencia de las políticas erradas puestas en práctica".
"El esquema no va a durar mucho tiempo porque no existe confianza y a la larga generará una sobredemanda que lo colapsará", aseveró.
Por ello, Rojas Matute apunta a políticas económicas que incentiven la inversión privada, que respeten las reglas de juego y que generen confianza.
Inflación alta
Asimismo, el dirigente de Primero Justicia se pronunció en torno al Índice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc) de mayo, que cerró en 2,6% (cifra oficial del BCV).
"La inflación de 2,6% no puede verse como un triunfo del gobierno, porque si bien es menor a la cifra de abril, los precios siguen subiendo. La estimación de inflación en Colombia para todo el año es 2,3% y nosotros llevamos una inflación anualizada de 31%", dijo, con proyecciones a terminar 2010 en cerca de 40%.
Finalmente, Rojas Matute pidió a todos los venezolanos a votar el 26 de septiembre para cambiarle el rostro a la Asamblea Nacional y rescatar su función legislativa y contralora en función de la comunidad.
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