Una vez que este 25 de abril se realice el proceso de elección de al menos 22 candidatos a diputados a la Asamblea Nacional por parte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se presentarán distintos escenarios que deben ser manejados por la oposición democrática con el objetivo de capitalizar el proceso de primarias para el 26S.
Todos los estudios de opinión indican que el segmento autodefinido como “oposición” ha venido creciendo, pero que es indiscutible la necesidad sumar el bloque “ni-ni” para asegurar el triunfo en septiembre. Básicamente, podríamos “suponer” que el país se divide en tres tercios: oficialistas, ni-ni- y oposición. El triunfo sólo es posible sumando oposición con ni-ni, lo que vendría siendo al final el bloque no oficialista.
Algunos analistas señalan que para que esa gran alianza de un bloque no oficialista ocurra, los candidatos de la MUD deben representar a todos los sectores del país, dado que en las preferencias del bloque ni-ni (o no alineado como también llaman algunos encuestadores) indican que la mayoría de ellos votaría por un candidato independiente. Estas afirmaciones se basan fundamentalmente en el hecho de que al preguntar ¿por cuáles candidatos votaría usted para las elecciones parlamentarias del 26S?, los bloques indican, prácticamente, un tercio votaría por oficialistas, un tercio por opositores y un tercio por independientes.
Es de hacer notar que este argumento de las preferencias independientes ha sido esgrimido anteriormente por varios analistas y sobre esa base fue que se promovieron las candidaturas de Benjamín Rausseo a la Presidencia de la República en 2006 y del sociólogo Augusto Uribe (quien contaba con un programa de TV) a la Alcaldía Mayor en 2008. En el caso específico de Uribe su sloga de campaña fue “El Independiente”.
A pesar de estas interpretaciones, el resultado final, no obstante, fue que la polarización política terminó arroyando a los candidatos independientes: Rausseo tuvo que retirarse y Uribe obtuvo un porcentaje mínimo. En el primer caso resultó re-electo el Presidente Chávez con más del 63% de los votos y en el segundo ganó el opositor Antonio Ledezma con un poco más del 50%.
Ahora bien, las elecciones del 25A tienen algunas particularidades. Por ejemplo, en el circuito Chacao-Baruta-El Hatillo-Leoncio Martínez, las tres principales opciones que se presentan son candidatos independientes: María Corina Machado, Carlos Vecchio y Alfredo Romero. El triunfo de alguno de ellos podría ser interpretado por el público en general como un ejemplo de amplitud y de representación de los distintos sectores de la sociedad. Un resultado paradójico, pues el ganador se presentará en el circuito de mayor votación opositora de todo el país. En teoría, en este circuito cualquier candidato de la oposición ganaría frente al chavismo.
Este escenario de amplitud podría ser consolidado con casos como el Circuito Naguanagua-San Diego-Valencia donde el principal contendor es el empresario Miguel Cocchiola (ex Candidato a la Alcaldía de Valencia) y el joven Rivas. En este circuito el triunfo de cualquiera de ellos dos no sólo sería un triunfo legitimado en primarias sino un mensaje claro de la incorporación de distintos sectores de la sociedad.
Quizás el mayor reto de la MUD sea entonces saber combinar el evento del domingo con el anuncio de los candidatos por consenso. Esto es particularmente importante, porque tampoco puede negarse que muchos sectores de la sociedad claman, más que por primarias, por unidad. El hecho de ir unidos también forma parte de las preferencias de muchos de los votantes: da una señal clara de la existencia de un bloque sólido que podría ser atractivo a los llamados ni-ni, dado que incorpora al menos dos preferencias importantes: unidad y amplitud.
El peor de los escenarios sería que los perdedores del proceso primario y quienes no puedan ser incorporados dentro de los candidatos de consenso intenten deslegitimar los anuncios de la MUD y tengan credibilidad. Esto no es tan fácil como parece. La misma polarización podría pasar factura a aquellos que no quieran sumarse a la unidad.
En todo caso, el proceso es absolutamente complejo. Ya lo habría ilustrado alguna vez el premio Nobel de Economía: Keneth Arrow con su Teorema de la Imposibilidad. Básicamente, Arrow indica (¡y demuestra matemáticamente!) que a través del voto es absolutamente imposible agregar todas las preferencias. Al analizar cualquier circuito, encontramos que la mayoría de ellos tienen una ligera preferencia hacia el oficialismo y una minoría hacia la oposición. Esto es el resultado de la nueva conformación de circunscripciones hechas por el CNE en enero de este año. Lo que sí es imposible de encontrar son circuitos con preferencias “ni-ni” o independientes. En general, el segmento no alineado es diseminado por todo el país. De ahí que el reto no es necesariamente presentar un candidato independiente en un determinado circuito, sino que aparezca en “la foto”.
La presencia, entonces, de un candidato independiente no es garantía de triunfo en un circuito. Sobre todo si el candidato es poco o nada conocido.
Pareciera entonces, que la principal estrategia de la MUD debe ser enviar el mensaje que alcance a aglutinar la mayor cantidad de personas y eso supera las individualidades. La motivación de los electores puede ser el voto castigo o la sensación de unidad, o quizás la necesidad de rescatar al país. Sin embargo, la mayoría de los consultores electorales han encontrado que las motivaciones para el voto tienden a ser muy individuales, que más que hablar del colectivo, es necesario hablarle a la gente de su problema personal.
Así que mi conclusión es que el 25A la MUD debe presentarse como un gran bloque unido, capaz de aglutinar a la sociedad en torno a las soluciones individuales y diseñar una campaña que vaya directo al día a día de los venezolanos, que sea capaz de jugar con sus emociones. Para ello, las encuestas y los focus Group seguirán siendo las grandes herramientas.
Una última recomendación es darle importancia a la recaudación de fondos. La unidad deberá enfrentarse a un gran monstruo con grandes recursos económicos. Es necesario que repetir experiencias exitosas como la de Obama en 2008: la ampliación de la base de contribuyentes para que más venezolanos pueden participar aunque sea con pequeñas contribuciones.
Lo importante es que al final el país interprete que el gran candidato es la UNIDAD.
viernes, 23 de abril de 2010
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